Dada una zona con acúmulo graso localizado, procedemos a la infiltración mediante cánula o aguja a la introducción de suero fisiológico o agua destilada estériles; según se trate. El sistema es el mismo. Una vez en hipodermis se va perfundiendo el líquido, ya sea mediante jeringa o pistola infusora, cantidades homogéneas de líquido que extenderemos por toda la superficie a tratar. Contra mas hidratación, mejor será el resultado, ya que los ultrasonidos se desplazan y penetran mejor en un medio líquido que en el medio sólido o aéreo.
Si inyectamos suero, estaremos hidratando la zona y facilitando la acción de lisis adipocitaria 200 veces más que en un medio seco. Por lo tanto los resultados van a ser mucho mejores en cada sesión utilizando el sistema combinado.
La paciente después de cada tratamiento, debe llevar una prenda compresora durante una semana. Podemos realizar tratamientos en cadena separados por 1 o 2 semanas.
Si aplicamos Aqualix, producto que quema la grasa, realizamos un tratamiento activo con la infiltración, ya que esta trata directamente la zona. La cavitación serviría para mejorar el efecto del líquido, fomentando su extensión.
Molestias en el pinchazo y en la infiltración (se podría aplicar un poco de anestesia), tirantez de la zona, inflamación, hematomas por el pinchazo (aplicación de frio y Thrombocid).
Pequeñas quemaduras por ultrasonido (curan solas o con blastoestimulina). Costras pequeñas aunque pueden ser extensas (poco frecuente, curan solas o con blastoestimulina). Molestias al ponerse sobre la zona, hematomas (aplicación de frio y Thrombocid).. Sensación de quemor (Aqualix). Úlceras (Aqualix, muy poco frecuente, blastoestimulina). Infección (antibióticos). Necrosis de la piel (Aqualix, muy poco frecuente, puede dejar cicatriz).